“En los países del ALBA no existen verdaderas democracias” (Entrevista de El País, de España, al expresidente de Chile Sebastián Piñera)
El político de centroderecha y empresario Sebastián Piñera
(Santiago de Chile, 1949) no es un expresidente ni tranquilo ni ausente. Tiene
fama de hiperquinético —parece costarle permanecer sentado demasiado tiempo— y
su activismo lo traslada a lo político. Veinte meses después de haber dejado La
Moneda, en marzo de 2014, se le observa muy pendiente de asuntos regionales y
de la coyuntura nacional.
Pregunta. ¿En qué momento se encuentra la región?
Respuesta. América Latina es un continente que lo ha tenido
todo y, sin embargo, no ha estado a la altura de sus responsabilidades ni ha
sabido aprovechar sus oportunidades. Esta segunda década del siglo, nuevamente,
es una década de frustración.
P. ¿A qué se refiere?
R. Hoy América Latina no está creciendo. Estamos con graves
problemas con muchas de nuestras democracias, instituciones y, por lo tanto, el
balance no es bueno. El gran desafío es dejar atrás esta frustración, recuperar
el tiempo perdido y ponerse en la senda del progreso y del desarrollo.
P. Usted siempre ha sido partidario del camino adoptado por
la Alianza del Pacífico.
R. Porque dentro de América Latina veo dos grandes modelos.
Por una parte están los países del ALBA [Alianza Bolivariana]: Cuba, Venezuela,
Nicaragua, Ecuador, Bolivia. Y por otra, los de la Alianza del Pacífico:
México, Colombia, Perú y Chile. Al medio están Brasil y Argentina. ¿Cuál es la
diferencia? Total y absoluta. En la Alianza del Pacífico tenemos democracias de
verdad y en los países del ALBA no existen verdaderas democracias. No hay
Estado de derecho y separación de poderes, libertades de expresión y de prensa,
alternancia en el poder, respeto por las minorías y debido proceso.
P. ¿Qué representa el triunfo de Macri en Argentina?
R. Macri marcará una diferencia en el actual contexto
latinoamericano y tengo una enorme esperanza en lo que pueda hacer. Será una
inyección de aire fresco, de ideas correctas, en una América Latina que había
perdido el rumbo.
P. ¿Hay un renacer de la centroderecha en la región?
R. Con respecto a lo que teníamos algunos años atrás,
definitivamente sí. Ha habido cambios en México, Argentina, Paraguay y espero
que vengan muchos más. Es bueno para América Latina, porque se había ido
imponiendo un modelo que, a mi juicio, estaba equivocado: el del nuevo socialismo,
del socialismo del siglo XXI, como se le quiera llamar.
P. Usted ha estado muy atento a la situación de Venezuela...
R. Venezuela está viviendo una amplia y profunda crisis.
Amplia porque toca lo político, lo económico y lo social, y profunda porque ha
llevado al país a una situación verdaderamente crítica.
P. ¿Qué pronostica para las elecciones de este domingo?
¿Observa opciones de cambio?
R. Tenemos puestas muchas esperanzas y creo que la
oposición, la Mesa de Unidad, va a tener un gran triunfo. Espero que en estos
comicios se calle la voz todopoderosa y omnipresente del Gobierno de Venezuela
y se escuche con fuerza y con profundidad la voz de la gente y del pueblo. Que
se respete la voluntad de la ciudadanía y que, por tanto, se respete el resultado.
Por supuesto que hay muchas inquietudes y dudas, hay muchos riesgos.
P. Con respecto a la demanda marítima boliviana, ¿por qué
cree que Evo Morales ha logrado apoyos internacionales tan importantes como el
de Hollande, Merkel y el Papa?
R. Evo Morales y Bolivia han realizado una estrategia
comunicacional muy poderosa, muy fuerte, pero eso no cambia los hechos. Los
países deben comprender que los tratados, cuando fueron válidamente celebrados
y se encuentran plenamente vigentes, como el que Chile y Bolivia firmaron en
1904, tienen que ser respetados. Imagínense lo que ocurriría en el mundo si los
países se sintieran con el derecho de revisar unilateralmente los tratados.
¿Qué pasaría con las fronteras en Europa?, ¿qué pasaría con las fronteras entre
México y Estados Unidos?
P. ¿Cómo evalúa la gestión del Gobierno de Bachelet?
R. En 18 meses hemos perdido el rumbo y el ritmo y este
hecho no puede ser ignorado ni barrido debajo de la alfombra.
P. ¿Por qué provocó una crisis en Chile el financiamiento de
la política? ¿Leyes malas y permisivas o corrupción y malas prácticas?
R. Es una combinación. Además de que la legislación no era
realista, sin duda que hubo comportamientos que se alejaban de la ley. Por eso
en un Estado de derecho tenemos que permitir que los fiscales y los tribunales
actúen con independencia y autonomía.
P. ¿El dinero influye en los resultados electorales en
Chile?
R. Por supuesto que influye, pero hay otros elementos y
factores que influyen muchísimo más, como la calidad de los programas, de las
propuestas, de las ideas, la cercanía de los candidatos con la gente...
P. Hace unos días el expresidente Lagos dijo que había que
entender sus críticas al Gobierno actual como las declaraciones de un candidato
presidencial. ¿Usted es candidato?
R. No. No soy candidato, no está en mis planes ser
candidato, pero sin duda no estoy jubilado ni desinteresado, ni alejado ni
marginado de lo que pasa en mi país. Yo estoy comprometido con el futuro de
Chile y cuando lo estimo conveniente, aunque se moleste mi amigo, el presidente
Lagos, voy a seguir levantando mi voz. Ahora, ¿desde qué trinchera y posición
voy colaborar? No lo sé.
P. ¿Cree usted que Lagos habla como candidato?
R. Él ha dicho que por su edad no es candidato, pero he
conocido a muchas personas que legítimamente en el transcurso del tiempo
cambian de opinión.
Enlace:
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/12/05/actualidad/1449272965_526021.html
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