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Izquierderecha


¿Qué tan diferentes son la izquierda y derecha?
Las Ciencias Políticas encontraron varias y por eso existen bibliotecas enteras que describen, generalmente con base científica, en qué se diferencian esas corrientes de pensamiento e ideología.
Comúnmente se las describe como “segmentos del espectro político”. Su denominación se origina en la Asamblea Nacional de la Revolución Francesa y la posición que ocupaban sus integrantes.
Los jacobinos, que propugnaban e impulsaban medidas que favorecieran a las clases más pobres, se sentaban a la izquierda mientras que los monárquicos, quienes respaldaban el antiguo régimen, lo hacían siempre a la derecha.
Esta asamblea duró muy poco tiempo, del 17 de junio al 9 de julio de 1789, y fue una instancia de transición entre los Estados Generales y la Asamblea Nacional Constituyente de Francia que aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano pero pasó a la historia por haber legado el uso de izquierda y derecha como denominativos que ahora tienen hasta derivados (izquierdismo, izquierdoso; derechismo, derechizar, etc.).
Sobre la base de las muy notorias diferencias entre jacobinos y monárquicos, la izquierda política es la que considera prioritario el progresismo y la igualdad social mientras que la derecha persigue otros objetivos como la defensa de la patria y, fundamentalmente, la conservación del orden social establecido.
Hasta aquí todo parece claro pero, ya que de política hablamos, resulta que, a lo largo de la historia, izquierda y derecha se dividieron en subsegmentos. Así, surgieron la izquierda revolucionaria, la izquierda democrática y el anarquismo mientras que, en el otro extremo, la derecha, aparecieron o se consolidaron el nacionalismo, el patriotismo, la democracia cristiana, el conservadurismo, el tradicionalismo, el liberalismo y el capitalismo.
Fueron las diferencias las que impulsaron e impulsan las divisiones así que muy pocos teorizaron sobre la posibilidad de uniones, re-unificaciones y amalgamas.
Menos afecta a la sublimación de las ideologías, la derecha fue la primera en admitir las alianzas pero siempre a nivel de ese segmento. La unión entre partidos o corrientes de izquierda y derecha era vista como imposible y antinatural; no obstante, la extrema izquierda y la extrema derecha demostraron cuánto cierto es aquello de que los extremos tienden a unirse.
Si de métodos hablamos, no existen diferencias entre esos extremos. Su denominador común es el totalitarismo; es decir, la tendencia a concentrar la totalidad de los poderes estatales en manos de un grupo o partido que no permite la actuación de otros. Los totalitarios, sean de izquierda o derecha, acaparan los poderes públicos, son intolerantes con sus adversarios y manejan un discurso único que es más bien de propaganda. Debido a ello, consideran enemiga a la prensa independiente; es decir, aquella que no controlan.
Como se puede ver, muchas de las actitudes del gobierno son totalitarias y se ubican en un punto de la izquierda que, por aquello de la unión de extremos, se acerca bastante a la ultraderecha que fue el caldo de cultivo del fascismo y el nazismo.
Pero mientras nos rasgamos las vestiduras por ese tipo de desviaciones ideológicas, las Madres de Plaza de Mayo, a quienes se considera de izquierda, actuaron con intolerancia y racismo con los bolivianos que llegaron hasta ese lugar de Buenos Aires para protestar por la muerte de un compatriota que habría sido víctima de una ejecución extrajudicial.
“Bolivianos de mierda”, espetó Hebe de Bonafini confirmando que, en estos tiempos del fin de las ideologías, izquierda y derecha ya no se diferencian… son la misma mierda…

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